martes, 30 de abril de 2013

Fraude ¿y ahora qué? | Draco X Press

Fraude ¿y ahora qué? | Draco X Press

El método de la resistencia civil


INVESTIGACIÓN: El método de la resistencia 


civil, de Armando Rendón

Exhaustivo y pertinente análisis acerca de las historias de lucha pacífica contra el autoritarismo y el abuso de poder, tanto en el país como en el resto del mundo

Propuestas estratégicas para el Movimiento de movimientos y cinco útiles anexos con detalles metodológicos
Métodos de la Resistencia Civil Pacífica, Doctor Armando Rendón CordonaCon rigor académico, conciencia social -y sobre todo con evidente amor por su pueblo-, el Dr. Armando Rendón analiza la historia de la Resistencia y la Desobediencia Civil Pacífica, mientras aporta propuestas de acción estratégicas (abrir en una nueva ventana ↗) ante la coyuntura postelectoral, lo hace con lucidez porque condensa conocimientos sublimados por la sociedad mexicana a través de su historia y en particular a partir de sus luchas y conquistas sociales y la organización popular.
Observando ejemplos internacionales pero sin dejar de poner en el centro la realidad de nuestro país y las particularidades del pueblo mexicano, la investigación se complementa con dos especiales multimedia "Antologías sobre la Desobediencia Civil" con vídeos, audios, manuales de acción, catálogo de formas de lucha, textos teóricos y prácticos, etc. 


        [Especiales:Multimedia 1 - Multimedia 2].

Regeneraciónel periódico de las causas justas y el pueblo organizado, asume no sólo el deber ético pero también -y sobre todo- el placer de compartir con sus lectores, una importante aportación del Doctor Armando Rendón y colaboradores para el movimiento de Movimientos y para el futuro de la Nación.
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El método de la resistencia civil 
Dr. Armando Rendón Corona *
Universidad Autónoma Metropolitana - Iztapalapa (UAM-I)
Mapa organizacional maya
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Contenido

Objeción de conciencia, desobediencia civil y resistencia civil 
El derecho a oponerse al gobierno 
[]
La objeción de conciencia []

La justificación jurídica de la objeción de conciencia []
Diferencia entre la objeción de conciencia y la desobediencia civil []
La justificación política: legitimidad y legalidad []
La desobediencia como condición de la libertad []
Definición de la desobediencia civil []
Derecho a infringir la ley []
Resistencia civil contra la opresión []
La resistencia no violenta []
La estrategia de la resistencia 
Objetivos y metas[]

Planificació[]
Campañas coyunturales y permanentes  []
Investigación[]
Análisis de la relación de fuerzas[]Negociación[]
Evaluación de una campaña[]
Estrategia ofensiva-defensiva  []
Formas de lucha de la resistencia civil no-violenta 
La huelga política de masas[]

El paro cívico o paro patriótico[]
El boicot, una forma de no-cooperación[]
Formas de acción, la táctica y la estrategia[]
La selección y las combinaciones[]
Anexos 
Anexo 1.La toma de decisiones consensuada. Centro Escocés Para la No Violencia. Taller de desobediencia civil, Acción Directa No-violenta. Formación introductoria. Gente con poder en comunidades fuertes realizando una acción eficaz. Israel, mayo 2003. Anexo 2. Etapas y procesos de la transformación de conflictos. Diana Francis y Guus Meijer.  
Anexo 3. Evaluación de una campaña. Guía de Desobediencia Civil. Traducción al castellano de: Act Up NY - Civil Disobedience Guidlines. 
Anexo 4. Preguntas útiles a la hora de planificar acciones. Documentos Noviolencia. Manual para una Revolución No-violenta. Grupos de Afinidad. Colectivo 
de Objeción de Conciencia de Zaragoza, España (COA).  
Anexo 5. Apoyo a la acción directa. Centro Escocés Para la No Violencia. Taller de desobediencia civil, Acción Directa No-violenta. Formación introductoria. Gente con poder en comunidades fuertes realizando una acción eficaz. Israel, mayo 2003.
* Doctor en Ciencia Política, profesor-investigador en el Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Con la colaboración de los estudiantes de la Licenciatura en Ciencia PolÌtica: MarÌa Susana Aramburo Talledos, Julio Cesar Castillo Coraza, Ismael Osuna Durán y Ricardo Romano Castro.

Objeción de conciencia, desobediencia civil y resistencia civil

El derecho a oponerse al gobierno.

Son tres las vertientes del derecho a oponerse al poder injusto y opresivo: 
la objeción de conciencia, la desobediencia civil y la resistencia civil al poder. En 
situaciones similares las tres vías se practican y se mezclan, y a ello contribuye 
que en ocasiones se emplean las mismas tácticas o formas de acción. La base 
común de las tres formas de disidencia es un principio moral: el deber de rechazar 
activamente a la injusticia
, la mutilación o incluso supresión de la libertad junto con 
todos los derechos colectivos.  

La objeción de conciencia es un acto individual por el que se defienden las 
convicciones propias evadiendo los actos de autoridad, sin pretender cambiar un 
sistema injusto. La desobediencia civil es una acción colectiva que persigue 
corregir una situación de injusticia, cambiar parcialmente una política o una ley 
injustas. La resistencia civil se propone cambiar todo un régimen autoritario por 
otro democrático, redistribuir el poder monopolizado por minorías y someter 
pacíficamente el poder político a la voluntad popular. 

La situación histórica concreta dicta el grado de oposición a la injusticia, que 
puede ir desde una acción individual a una movilización de masas, de un acto 
simbólico hasta el derribamiento de una dictadura. De acuerdo con los objetivos a 
alcanzar se ha de decidir sobre cuáles medios son los adecuados para lograrlo. 

Los medios para conseguir los fines representan un problema, porque tiene que 
corresponder la legitimidad de los fines con la nobleza de los medios que deben 
ajustarse a los principios morales que guían el rechazo a la injusticia.
La objeción de conciencia
La objeción de conciencia es una concepción que atraviesa la historia. 
Desde la antig¸edad Sócrates (Siglos. V-IV a. n. e.) ha sido un símbolo del objetor 
de conciencia que enfrentó un poder que lo juzga y condena a muerte por no 
renunciar a sus convicciones basadas en una moral pública. La justicia es un valor 
que pertenece a la naturaleza humana, a la  conciencia individual que marca la 
moralización del Estado y la política, y ese principio de justicia le permite 
reconocer la conducta egoísta e injusta. La libertad de conciencia consiste en 
proponerse uno mismo ser lo mejor posible, guiado por lo justo y lo bueno. La 
acción justa conforme a su conciencia lo obliga a no renunciar a ella para no caer 
en el deshonor, y no pidió clemencia ni absolución porque tal cosa significaría 
aceptar una culpabilidad no cometida. Esta moral significa que la conducta del 
individuo la dicta la conciencia de la actuación justa, que libremente debe 
observarse pese a que se oponga al Estado y al interés de las clases poderosas, 
vale decir, la moral individual ha de mantenerse aún en contra de la opinión de la 
colectividad.

Sócrates hizo valer su responsabilidad personal de ser objetor de 
conciencia asumiendo el riesgo de ser castigado con la pérdida de derechos 
cívicos, el destierro o la muerte. Si el Estado le aplica esos castigos por seguir los 
dictados de su conciencia, éste incurre en el mayor daño público porque comete 
un acto inmoral e injusto. Pero Sócrates no desafió a las leyes mismas sino el 
desvío de la justicia por la inmoralidad de los jueces. 

En cambio H. David Thoreau (uno de los fundadores más reconocidos de la 
desobediencia civil, a mediados del siglo XIX) protestó contra la injusticia de las 
mismas leyes, basándose en la conciencia individual y en la obligación moral. 
Practicó la desobediencia civil al cumplimiento de una ley injusta por razones de 
conciencia moral. Su idea es más cercana a la objeción de conciencia porque, 
decía, la conciencia de la justicia depende del individuo mismo, no de las reglas 
dictadas por el gobierno
. Se es primero hombre antes que ciudadano, así, el 
hombre virtuoso cultiva primero la justicia antes que el respeto por la ley. La 
obligación moral es hacer lo que es justo, este principio es anterior al deber de 
obediencia a la ley. 

Thoreau sostiene que es esta conciencia del individuo ligada con el interés 
comunitario
 lo que constituye el interés general. Por eso está en contradicción con 
la conducta negativa del individualismo que sólo le importa el beneficio propio y 
carece de una conciencia social; los individualistas se convierten en servidores del 
Estado porque abandonan su responsabilidad personal para dejarla en manos del 
Estado, de modo que su obligación respecto de la ley se reduce a su 
conveniencia. 

Tanto Sócrates como Thoreau coinciden en que la desobediencia tiene una 
motivación individual, es apolítica porque el acto de desobediencia es 
independiente del compromiso social del individuo. 

Otro gran luchador social es el italiano José Mazzini (mediados del siglo 
XIX), quién también afirmaba que los derechos que contiene la libertad son 
irrenunciables, pero no basta conocerlos, primero se tiene el deber de ejercerlos 
con constancia y aún con sacrificio. Mazzini también se oponía al individualismo
creía en un principio superior que guíe a los hombres hacia lo mejor, que los 
vincule a sus hermanos, y ese principio es el deber de vivir para los demás, tener 
como fin el hacerse mejores y combatir la injusticia en beneficio de sus hermanos
El método propuesto por Manzini era el de la educación de las personas en 
la doctrina humanista para que hubiera una transformación cultural de las 
personas. Para producir los cambios sociales el medio es la consulta al pueblo. El 
gobierno representativo se sostiene en la participación activa de los ciudadanos, 
pero bajo la condición de la educación civil de los ciudadanos, sin la cual no 
existiría la democracia; en suma, el esfuerzo educativo de cada uno al servicio de 
todos
.

Llamaba a combatir la obediencia pasiva, esa indiferencia general, 
consecuencia  inevitable de la predicación continuada durante tantos años por 
parte de los que no sufren y han acostumbrado al pueblo a considerar los males 
que provocan como una necesidad del orden social o a dejar a las generaciones 
futuras la preocupación por su remedio. Por el contrario, se debía convencerlos de 
actuar, de asociarse, de hermanarse para conquistar la organización social que 
pondrá fin a los males y terrores. Pero aconsejaba a los trabajadores luchar sin 
violencia
 para cambiar sus condiciones materiales y así pudieran desarrollarse 
moralmente.

En resumen, la clave del orden social sin opresión radica en la conciencia 
moral personal y colectiva
, y el deber de cada quien de defender esa moral en que 
se funda la comunidad política. Cuando este principio se ve amenazado, el 
individuo tiene el derecho de rechazar la injusticia.  


La justificación jurídica de la objeción de conciencia 

La objeción de conciencia y la desobediencia civil se fundan en principios y 
derechos morales y derechos jurídicos
. Ambas constituyen formas de rechazo a 
las normas y decisiones políticas injustas. Pero no

lunes, 29 de abril de 2013

Fraude electoral en Venezuela



Antes del 13 de abril





Después del 13 de abril



2

Una discusión necesaria


Una discusión necesaria

Antonio Sánchez García
Domingo, 21 de octubre de 2012
Estamos al borde de perder nuestro legado democrático, el único sobre el que nos sostenemos en medio del naufragio.






   Foto: Google
El único punto fijo que nos mantiene políticamente con vida. Es hora de revisar el discurso que nos llevó a la derrota, de corregir la falta de solidaridad con nuestras tradiciones políticas, de abandonar el irrespeto con que desde ciertos sectores del sedicente nuevo liderazgo se trata a nuestros mayores. Y replantearnos las promesas que, como era lógico, no siendo más que palabras. no superaron las del populismo desaforado del caudillismo venezolano.

A Carla Angola
            La entrevista que Carla Angola le hiciera al general Guaicaipuro Lameda por Globovisión y que circula por la red (http://s.shr.lc/ZYVEWq) desvela una de las claves más aterradoras y perversas de la estrategia de Poder del castro chavismo, propio de los sistemas comunistas desde el asalto de los bolcheviques al Palacio de Invierno e implementada exitosamente durante 53 años por Fidel Castro en Cuba: fracturar la unidad social de las respectivas sociedades, a falta de proletariados consolidar la pobresía como fundamento social del poder revolucionario y mantenerla delimitada, acorralada, reprimida y estabilizada por siempre en su pobreza. Quien lo dude, que se entere de las hambrunas que se vivieron en la URSS y en China, con un saldo de decenas y decenas de millones de cadáveres.
            La crueldad con que el economista Jorge Giordani se lo expresara con meridiana claridad en la antesala del despacho presidencial, no deja lugar a dudas: “Mire, General, ¡usted todavía no ha comprendido la revolución! Se lo explico: Esta revolución se propone hacer un cambio cultural en el país, cambiarle a la gente la forma de pensar y de vivir, y esos cambios sólo se pueden hacer desde el poder. Así que lo primero es mantenerse en el poder para hacer el cambio. El piso político nos lo da la gente pobre: ellos son los que votan por nosotros, por eso el discurso de la defensa de los pobres. Así que, LOS POBRES TENDRÁN QUE SEGUIR SIENDO POBRES, LOS NECESITAMOS ASÍ, hasta que logremos hacer la transformación cultural. Luego podremos hablar de economía de generación y de distribución de riqueza. Entretanto, hay que mantenerlos pobres y con esperanza". Asombrado por la respuesta, Lameda le pregunta por el tiempo estimado para alcanzar ese estadio: "Mire, se trata de un cambio cultural y eso toma al menos tres generaciones: los adultos se resisten y se aferran al pasado; los jóvenes la viven y se acostumbran, y los niños la aprenden y la hacen suya. Toma por lo menos 30 años".
            Tenía razón para montar en cólera y tratarlo groseramente, como lo narra con estremecedora sinceridad el disciplinado y discreto militar venezolano. Pero agrega un detalle que hace aún más aterradora la confesión. Cuenta: “Yo fui a Cuba durante cinco días. Fue una visita solicitada por Fidel a Chávez por intermedio del Ministro de Industrias Básicas con doble propósito. Primero, convencerme de la necesidad que tenía Cuba de recibir ayuda desde Venezuela, y segundo, someterme a un proceso de “inducción revolucionaria”. Chávez me había presentado a Fidel en los siguientes términos: “Lameda será el Presidente de PDVSA mientras yo sea el Presidente de Venezuela”. En la conversación que sostuve con Fidel me dijo de manera clara y sin rodeos: "Para mantenernos, necesitamos unos 4.000 millones de dólares al año. Más de eso 'estorba', la gente empieza a vivir bien y se acaba el discurso de la pobreza".
            Recuerdo haberlo conversado con el Cardenal Rosalio Castillo Lara mientras veníamos desde Güiripa a Caracas a almorzar en casa de Tulio Álvarez, que nos acompañaba y serviría de anfitrión. En medio de una amena conversación sobre el triste estado de la nación le pregunté cómo se diría en latín: empobrece e impera, que ya Chávez había logrado asaltar el poder aplicando la conocida sentencia imperial “divide et impera” y debía comenzar a cimentar su régimen tiránico. Sonrió, pensó un buen rato y me dijo “paupera et impera”. Por entonces hacía años de la aterradora constatación de Lameda, pero ninguno de nosotros lo sabía.
2.- Los gigantescos recursos financieros recibidos en estos 14 años, y que ya rondan el billón y medio de dólares ( $ 1.500.000.000.000.000,00 ) bien podrían haber sido empleados en potenciar nuestra economía, cimentar y profundizar nuestro desarrollo económico social, superar la pobreza extrema y reducir drásticamente los índices de pobreza, liquidando las taras ancestrales de nuestro subdesarrollo, de nuestra incultura y de nuestra barbarie.
Con medios infinita e incomparablemente menores, durante los 40 años de democracia – que desgraciadamente nuestra inteligente periodista Carla Angola no vivió en plena conciencia, razón por la que los denigra livianamente, - Venezuela sufrió un vuelco espectacular: de 3 universidades, pasamos a contar con más de cien institutos de enseñanza superior, se electrificó a un país que salía de su ruralidad, se construyeron universidades, escuelas, institutos, hospitales, carreteras, industrias básicas, represas y se impulso un desarrollo educativo y cultural tan esplendoroso, que Caracas llegó a convertirse en la ciudad más moderna, pujante y despierta culturalmente de América Latina.
Con el dólar a un quinto de su valor actual, y en largos períodos, a menos de un décimo de del precio con que actualmente se cotiza - entre 1958 y 1974 fluctuó entre $5 y 9$ el barril – se lleva adelante el más ambicioso plan de desarrollo nacional, se becó a miles de estudiantes para realizar estudios de posgrado en América Latina, Europa y los Estados Unidos, se realizaron miles de extraordinarias actividades culturales en esplendorosas salas recién construidas, se efectuaron festivales internacionales de música clásica, de música popular y de teatro, trayendo a los más prestigiosos grupos y artistas del mundo. Se echó a andar el ambicioso proyecto de orquestas sinfónicas juveniles, cuyo encargado de llevar a la práctica recibió colosales subsidios.
Pero todo ello se realizó sin descuidar jamás la política de democracia social impulsadas por nuestros partidos madres y sus esclarecidas dirigencias, que además de facilitar una admirable movilidad social velaron por proteger los salarios, garantizar las contrataciones colectivas, favorecer el sindicalismo de la clase trabajadora, de empleados y funcionarios, cuidando como nunca antes y jamás en estos 14 años de la incorporación a la escolaridad de los niños más pobres, con subsidios, vasos de leche, desayunos, hogares de cuidado diario, salas cuna.
Y finalmente, aunque no en último lugar, nuestra democracia asumió la defensa de los reprimidos y marginados de la región, le abrió las puertas de par en par a miles y miles de perseguidos políticos o escapados del hambre y la miseria. Convirtiéndose en la nación más ejemplar en el mundo, por su generosidad hacia el extranjero y su cordialidad hacia el necesitado.
Todas estas indiscutibles verdades nos dan razón para sentirnos más que orgullosos de nuestro pasado democrático y dolernos del estado de postración, miseria y minusvalía en los que hoy se encuentra, cuando ni siquiera somos dueños de nuestra propia soberanía.
3.- ¿Qué insólita, qué irresponsable, qué desprevenida razón nos ha llevado a lanzar por la borda un legado de tal magnitud, mentir a tal extremo de difamarlo con falsas, falaces y lesivas afirmaciones y convertir la mentira con que se pervierte su memoria en resplandeciente verdad de una situación de minusvalía, indigencia e indignidad como la que soportamos desde hace 14 años?
¿Qué insólita operación de lavado cerebral y embobamiento de nuestras conciencias puede llevar a creer que una miserable misión barrio adentro servida sin profesionalismo ninguno por cubanos con fines inconfesables de dominio político puede ser superior a los hospitales y ambulatorios gratuitos de que dispusimos durante gran parte de esos 40 años, bajo la atenta y cuidada atención de grandes profesionales de la medicina venezolana? ¿Quién puede sostener sin mentir al extremo que nuestros planes de alfabetización y escolaridad – realizados por instituciones públicas y privadas, como la Fundación Fe y Alegría y otras admirables organizaciones de educación privada – no fueron incomparablemente mejores y más dignas que la Misión Rivas? Sin apremios ideológicos ni restricciones políticas.
De allí mi tristeza ante la liviandad de Carla Angola. Pero mayor aún mi indignación ante la insólita liviandad del joven liderazgo venezolano, nacido y criado en democracia, que cree obligatorio hacer carrera política despreciando nuestro pasado, desprestigiando a nuestros mayores y asumiendo sin ninguna crítica el lenguaje falaz y esclavizador del despotismo imperante.
Ciertamente: no voté por Henrique Capriles en las Primarias. Pero lo respaldé leal y fielmente, con toda la fuerza que los años me permiten, sin pedir nada, absolutamente nada a cambio. Obtuvo la nominación con una campaña que privilegiaba la juventud y la virginidad políticas, insólitamente respaldada por periodistas mayores y de vieja figuración en gobiernos cuarto republicanos. Hombres y mujeres. Como si la madurez y la experiencia políticas no fueron los mejores avales para postular a la presidencia de un país cuando pasa por tan graves circunstancias.
Ese mensaje fue derrotado. No bastó con ser sostenido con vigor, sacrificios y entusiasmo encomiables por quien además de joven arguyó carecer de todo compromiso con ese pasado, del que nadie, ni siquiera el teniente coronel Hugo Chávez y muchos de sus generales, militares de carrera de la Cuarta República, pueden eximirse.
Estamos al borde de perder ese legado, el único sobre el que nos sostenemos en medio del naufragio. El único punto fijo que nos mantiene políticamente con vida. Es hora de revisar el discurso que nos llevó a la derrota, de corregir la falta de solidaridad con nuestra tradición democrática, de abandonar el irrespeto con que desde ciertos sectores del sedicente nuevo liderazgo se trata a nuestros mayores y replantear las promesas que, como era lógico, no siendo más que palabras no superaron las del populismo desaforado del caudillismo venezolano.
Es la discusión pendiente que no puede ser escamoteada. La verdad, aunque severa, es amiga verdadera. Llegó la hora de la verdad. Tengamos el coraje de asumirla.


http://www.analitica.com/va/politica/opinion/9150789.asp




“La revolución necesita pobres a los pobres” (Producir Pobres) Entrevista: Lameda con Carla Angola


Guaicaipuro Lameda en entrevista con Carla Angola: “La revolución necesita pobres a los pobres”


Guaicaipuro Lameda en entrevista con Carla Angola:
Carla Angola: Siempre recuerdo en Buenas Noches la anécdota que compartió conmigo alguna vez en la que Jorge Giordani le confesó que a la revolución le convenía mantener pobres a los más necesitados en Venezuela. ¿Podría contar con detalles esa reunión y cómo surge ese comentario? ¿Qué planteamiento o inquietud suya generó esa respuesta? Guaicaipuro Lameda: Esto se produjo como consecuencia de que yo le venía insistiendo al presidente Chávez que le engañaban en el tema económico, ya que las proyecciones a cinco años mostraban un creciente déficit fiscal, necesidad de endeudamiento o devaluación y, por tanto, era necesario atender el tema de la producción para que Venezuela pudiera hacerse independiente de la renta petrolera, tal y como se había prometido en la campaña electoral y como me lo habían presentado en el proyecto para el cual estábamos trabajando. Era la época en que se le decía al país que nos estábamos quitando los inversionistas a sombrerazos y que el submarino estaba a flote. Sin embargo, los inversionistas venían al país y no conseguían un interlocutor válido que les explicara cuáles eran las oportunidades de negocio y se iban decepcionados porque habían invertido tiempo y dinero sin recibir nada, ¡NI SIQUIERA UN NO! Se iban con dudas y promesas vagas. Chávez aceptó que nos reuniéramos para hablar del tema y para la reunión invitó a cuatro personas: José Vicente Rangel, Jorge Giordani, Héctor Navarro y Aristóbulo Istúriz a quienes conseguí en la sala del consejo de ministros donde se suponía que haríamos la antesala para luego reunirnos con Chávez.
Estando allí, Giordani me pregunta que de qué se trataba lo que yo le quería informar al Presidente y le respondí en los siguientes términos: “La proyección plurianual a cinco años nos indica que no vamos a tener crecimiento, será negativo, el déficit fiscal será creciente. Vamos a tener serias necesidades de endeudamiento, ya que se está perdiendo el control sobre el gasto del Gobierno bajo excusas populistas. El Gobierno no está ahorrando en el FIEM, gasta todo y engañamos al hablar de una economía creciente. Para que eso ocurra, deberían estarse construyendo galpones, edificios y toda la infraestructura que requiere la producción, y eso no existe. Si es verdad que queremos acabar con la pobreza, es imprescindible que se genere riqueza y que se diseñen mecanismos adecuados para que su distribución sea justa y equitativa, y eso tampoco lo veo”. Allí Giordani me interrumpió y me dijo: “Mire, General, ¡usted todavía no ha comprendido la revolución! Se lo explico: Esta revolución se propone hacer un cambio cultural en el país, cambiarle a la gente la forma de pensar y de vivir, y esos cambios sólo se

domingo, 28 de abril de 2013

Por Estas Declaraciones Los Castro hicieron Preso A Rivero

Fernando Mires: ¿Puede un gobierno revolucionario robar las elecciones?


Fernando Mires: ¿Puede un gobierno revolucionario robar las elecciones?

¿Puede un gobierno que se dice revolucionario robar elecciones con absoluta impunidad?
Aclaremos: No sólo los que se denominan revolucionarios, muchos otros gobiernos han intentado alterar el curso de elecciones, falsificar votos, cambiar cifras, desconocer resultados. Sobre ese tema hay una larga historia.
El ser humano es de por sí trasgresor, aducía Lacan, y si no fuera por las leyes, la policía, las religiones y la moral establecida, muchos darían curso libre a sus pasiones anti-sociales y convertirían la vida colectiva en un infierno. En ese sentido la diferencia entre un gobierno revolucionario y uno que no lo es, es otra.
Mientras un gobierno común y corriente puede robar elecciones obedeciendo al impulso de conservar el poder, un gobierno revolucionario roba elecciones de acuerdo a lo que un revolucionario imagina es (o debe ser) un orden superior al que establecen las leyes y la moral pública. Se trata en este caso de un orden que se encuentra situado en el más allá terrenal, en la tierra prometida que toda revolución ofrece, en ese lugar metafísico en donde la utopía revolucionaria se convertirá en dichosa realidad.
Entonces, la diferencia es que cuando un gobierno común y corriente roba elecciones, sabe que delinque. Pero cuando un gobierno revolucionario hace lo mismo, cree no delinquir. Todo lo contrario: imagina cumplir un deber asignado por la historia: salvar a la revolución de sus enemigos mortales.
El revolucionario, por supuesto, no puede robar como ciudadano común, pero si lo hace en nombre de la revolución, lo hará con la conciencia limpia. Al fin y al cabo un revolucionario sólo acepta comparecer frente al tribunal de la historia y “la historia me absolverá”, dijo Fidel Castro
Si roba las elecciones en un país, un gobierno revolucionario delinque sólo
frente a una ley que es propia a un orden de vida inferior al que él aspira. ¿Por qué vamos a desviar el curso de la historia compañeros? ¿Por unas elecciones fortuitas que emanan de las leyes de una burguesía a la que despreciamos? ¿Vamos a entregar el poder a las oligarquías fascistas sólo porque las masas equivocaron provisoriamente el camino?
No compañeros, nosotros no somos esclavos de la justicia burguesa y mucho menos de sus mezquinas convenciones. Si vamos a las elecciones es por razones tácticas. Nuestra estrategia en cambio, lleva al socialismo, el futuro de la humanidad. ¿Vamos acaso a poner en juego nuestra estrategia por la mala aplicación de una táctica burguesa en un momento determinado? No compañeros, el futuro es nuestro. Es por eso que, como dijo una vez Fidel Castro, en la ciudad de Concepción, Chile: “cuando la revolución toma el poder, ese poder no se entrega jamás”.
Lo que a un ser humano común y corriente no le está permitido, le está permitido a un revolucionario, piensa un revolucionario. Pues el revolucionario pertenece a la escala más alta del desarrollo de la humanidad, así al menos lo dijo Che Guevara. Eso significa que a un revolucionario no sólo le está permitido robar, también le está permitido matar en nombre de la revolución. El mismo Che Guevara lo escribió así, y con toda su crudeza:
“Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve; a su casa, a sus lugares de diversión, hacerla total (…..) Eso significa una guerra larga; y lo repetimos una vez más, una guerra cruel”.
Y bien, si a un revolucionario -según el icono de la revolución- le está permitido asesinar a sus enemigos en sus casas y en sus lugares de diversión, robar una elección no pasaría de ser un accidente, un pecado venial en medio de la guerra total que libra cada revolucionario en contra del “enemigo de clase”.
Por cierto, no me refiero a quienes hemos participado en una u otra revolución, con resultados negativos o positivos. El torbellino de la historia, según Walter Benjamin, puede arrastrarnos hacia riberas ignotas. No. Me refiero a quienes han hecho de su condición revolucionaria una profesión de fe, una suerte de segunda naturaleza, un modo- de -ser -en -el mundo. Me refiero, en fin, a aquellos que han delegado su Yo a un Sobre-Yo (categoría freudiana) y en este caso, a un Sobre-Yo ideológico que los controla y domina en todas las circunstancias de la vida.
No hay revolucionario sin ideología revolucionaria y no hay ideología revolucionaria sin el sometimiento del Yo racional de cada uno a las determinaciones que provienen de una moral imaginariamente superior integrada en el aparato de un Sobre-Yo ideológico. Ese Sobre-Yo succiona y aprisiona a las capacidades racionales del Yo, que son, entre otras, las del pensar.
Ahora bien, el problema más grave ocurre no tanto cuando el Yo es sometido a un hipertrofiado Sobre-Yo (situación que bien podría llevar y ha llevado a la santidad) sino cuando tiene lugar esa alianza maligna entre las pulsiones afectivas, agresivas y pasionales que cada uno porta consigo (el “Ello” de Freud), con el Sobre-Yo moral e ideológico. En este caso se produce la fusión entre el deseo de delinquir (agredir, transgredir) y los “ideales superiores” o, lo que es lo mismo, el deseo de delinquir adquiere -como en James Bond- licencia ideológica o moral. Producida esta situación es difícil distinguir entre un revolucionario que se convierte en criminal de un criminal que se convierte en revolucionario.
Dicho a modo de ejemplo: un asesino en serie puede llegar a ser un héroe en una guerra ya que no sólo se dará el gusto de matar por matar, sino, además, matará en nombre de la patria. Así se explica por qué los criminales más grandes se sienten redimidos cuando actúan en nombre de una “razón superior”.
Aún permanecen en el recuerdo, entre otras aberraciones de la historia reciente, imágenes de tropas serbias que usando el falo como arma de guerra, realizaban violaciones en masa en la región del Kosovo, llevando a cabo “limpiezas étnicas” en nombre de la revolución de Milosevic. Sin embargo, ¿no eran esos degenerados, herederos directos del sadismo de Robespierre quien hacía cubrir las calles de París con las cabezas sangrantes de sus enemigos? ¿De los millones de asesinados por “razones superiores” bajo Stalin, Mao, Pol-Pot y otros santones de la hagiografía socialista mundial?
Efectivamente, si en nombre de la revolución han sido cometidos crímenes innombrables, robar elecciones, reitero, resulta casi una banalidad, algo que se entiende de por sí. Lo anormal sería entonces que un gobierno que se dice revolucionario no robara (falsificara, adulterara) las elecciones en caso de perderlas.
Por supuesto, el lector adivina que estoy escribiendo a propósito de la posibilidad cada vez más evidente de que en Venezuela el gobierno de Nicolás Maduro ha cometido después de las elecciones presidenciales del 14 de Abril de 2013, uno de los desfalcos electorales más impresionantes de nuestro tiempo.
Indicios hay más que demasiados, sólo falta “por ahora”, la prueba final.
La sospecha resulta más grande si se tiene en cuenta, además, las condiciones subjetivas que habrían eventualmente llevado a los jefes chavistas a robar las elecciones. Esas condiciones estaban determinadas antes que nada por la designación profética de la presidencia de Nicolás Maduro de acuerdo al testamento político del presidente muerto.
¿No habría significado el reconocimiento de la debacle electoral una negación a la infabilidad de “nuestro Comandante”, el Mesías? ¿No habría sido faltar a la honra del amado caudillo, ser desalojados del poder inmediatamente después de su muerte? ¿Cómo continuar la mitología de quien según el imaginario chavista había entregado hasta la última gota de su vida por la revolución socialista, con una derrota electoral que mancillaría para siempre su memoria? No, los jefes del chavismo no podían permitirse una derrota electoral. Luego, si ella no podía ser evitada durante las elecciones, debía serlo, al menos, después de ellas.
Desde el punto de vista penal robar elecciones al pueblo es un crimen horrendo. Desde el punto de vista moral es un signo de absoluta corrupción. Desde el punto de vista religioso es un hecho demoníaco. Desde el punto de vista psicoanalítico es el reflejo de una desviación patológica del más alto grado. Desde el punto de vista clínico es una locura desatada. Sólo desde el punto de vista revolucionario, y en el caso venezolano, necro-revolucionario, el robo de una elección aparecería como un acto legítimo y permisible.
Contra ese tipo de perversión múltiple deberá lidiar el pueblo de Henrique Capriles Radonski. Quizás esa es la razón por la cual Henrique dijo: “nuestra lucha es espiritual”.

http://polisfmires.blogspot.com/2013/04/fernando-mires-puede-un-gobierno.html

ALGUNAS FRASES y MENTIRAS DEL DICTADOR FIDEL CASTRO


FRASES y MENTIRAS DEL DICTADOR FIDEL CASTRO



 FRASES y MENTIRAS  DEL DICTADOR FIDEL CASTRO 




 FRASES QUE ENGAÑARON A LOS CUBANOS Y A MILLONES MÁS 

ESTIMADO LECTOR :Y QUE CREDITO LE DA UD. A UNA PERSONA 
QUE LO ENGAÑA, NO UNA SINO MILES DE VECES...?                  
                  

¿Cuándo me ha visto nadie a mí mentirle al pueblo?»

  
 SOBRE EL PODER:

"No me interesa el poder ni contemplo asumirlo en momento alguno" 

HABRÁ LIBERTAD

"...habrá libertad para los que hablan a favor nuestro y para los

que hablan en contra nuestro y nos critican" 
¿QUE PIENSAN HACER POR LOS NEGROS?

 "POR LOS NEGROS NO VAMOS A HACER NADA,

PUES NADA HICIERON POR LA REVOLUCION "

  (entrevista en la televisión cubana) 

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1o. de enero de 1959, 
en Santiago de Cuba 

 UNA VIDA SUPERIOR

 «En diez años tendremos un nivel de vida superior a el de los Estados

Unidos» Fidel Castro en 1962 

«Deseamos establecer en Cuba una verdadera democracia, sin trazo 
alguno de fascismo, peronismo o comunismo. Estamos en contra de toda

clase de totalitarismo.» 

«Es que todos los derechos del hombre son los derechos de la

Revolución. Es que la libertad de opinar, la libertad de escribir, la 
libertad de hablar, la libertad de reunirse y la libertad de creer, 

son libertades sagradas de nuestra Revolución.» 

«Nosotros hemos dicho que convertiremos a Cuba en el país más 
próspero de América, hemos dicho que el pueblo de Cuba alcanzará el 

nivel de vida más alto que ningún país del mundo, porque mientras las 
grandes potencias tienen que invertir un porcentaje inmenso de sus 
energías en fabricar armas, nosotros lo vamos a invertir todo en 
producir riquezas, en hacer escuelas, en establecer industrias, en 
poner a producir nuestros campos, en desarrollar las inmensas 
riquezas que tenemos en nuestra maravillosa tierra que además de rica 
es también la más hermosa.» 

 ¿Cuándo me ha visto nadie a mí mentirle al pueblo?» 


«;el argumento de todos los enemigos de nuestra Revolución, porque no 
tienen otra cosa que inventar y han inventado la acusación de 

comunista; no tienen otra cosa que decir, y han traído esa cosa vaga, 
han venido a remover ese miedo vago, que es el miedo al comunismo, la 
confusión del comunismo, acusando a una Revolución que no tienen el 
derecho de acusarla de comunista, por dos razones: una porque no es 
una Revolución comunista; en Rusia habrán hecho una revolución

comunista, nosotros estamos haciendo nuestra Revolución y nuestra 
Revolución es una Revolución profunda y es una Revolución radical, 

pero es una Revolución que tiene sus características propias, es una 
Revolución que en su esencia, en sus métodos, en su estilo y en su 
idiosincrasia, es una Revolución distinta de las demás revoluciones 
que se han hecho en el mundo. No tienen derecho de acusar de 
comunista a la Revolución, primero porque no se le puede llamar, 
científica ni teóricamente una revolución comunista; segundo,  
porque es un acto contra los intereses de la patria» 

 «No hay Comunismo o Marxismo en nuestras ideas., solo democracia 
representativa y justicia social.»Humanismo. 


 Fidel Castro desde la Sierra Maestra en 1958. 


 «Soy hombre poco dado al teatralismo» «Cuando personalmente sea un 
estorbo a esta causa y así lo entiendan los que hoy me obedecen, me 

apartaré sin vacilación porque veo en esto mucha más honestidad y 
honra que en andar mandando a otros y asumir jefaturas que para mí no 
constituyen un placer sino un amargo deber» 
Fidel Castro, 
Agosto 30 de 1958 


«Los partidos políticos se organizarán dentro de unos 8 o 10 meses. 
En estos primeros tres meses de la liberación es un crimen lanzar al 

pueblo a la política. Es mejor trabajar febrilmente para reconstruir 
la nación». 
Fidel Castro 

Si no damos libertad a todos los partidos para organizarse no

seremos un pueblo democrático». 
Fidel Castro 

«Porque somos desinteresados, porque es obvio que no ganamos nada no

celebrando elecciones» 
Fidel Castro 

 «Yo se que lo que les preocupa a ustedes. Y quiero que quede bien 
claro. No soy comunista». 
Fidel Castro 

«que nadie piense que pretendo estar por encima del Presidente de La 
República». 
Fidel Castro 

«Había una vez una República.Tenía su Constitución, sus leyes, sus 
libertades: Presidente, Congreso, Tribunales: todo el mundo podía 
reunirse, asociarse, hablar y escribir con entera libertad. El 

gobierno si no satisfacía al pueblo, el pueblo podía cambiarlo vía elecciones.

Existía una opinión pública respetada y acatada y todos los problemas de interés colectivo son discutidos libremente. Había partidos políticos, horas 
doctrinales de radio, programas polémicos de televisión, actos 
públicos y en el pueblo palpitaba el entusiasmo». 


 Fidel Castro en «La historia me absolverá» 

"When this war is over, a much wider and bigger war will begin for 
me, the war I am going to wage against them (the US). I realize that this is 

going to > be my true destiny." 
Fidel Castro 

"I am not going to engage in military war undertakings with  neighboring 
countries" 
Fidel Castro 

«Podríamos restablecer relaciones sin levantar el bloqueo. Nos hemos 
acostumbrado al bloqueo. Hemos preparado al país para resistir»...

«nos hemos acostumbrados al bloqueo, estamos inmunizados». 
 Fidel Castro 

«nosotros nunca aceptamos absolutamente ninguna condición en lo que 
respecta a nuestra posición y nuestra política interna.» 
Fidel Castro 


FRASES DE ERNESTO 'CHE' GUEVARA 



"Hasta ahora, los campesinos no han sido movilizados, pero a través 
del TERRORISMO y la intimidación, nos los ganaremos" 
 Ernesto Che Guevara, tomado de su diario en Bolivia. 

"Hay que acabar con todos los periódicos, pues no se puede hacer una 
revolución con libertad de Prensa. Los periódicos son instrumentos de 

la oligarquía." (1959 a periodista) 

"Los trabajadores cubanos tienen que irse acostumbrando a vivir en 
un régimen de colectivismo y DE NINGUNA MANERA PUEDEN IR A LA 

HUELGA."  (26 de junio 1961 en la TV) 

"Soy el Che Guevara, no me maten. Les valgo mas vivo que muerto."  (8

 de Octubre 1967 en Bolivia) 

 "No demoren las causas, esto es una revolución, no usen métodos 
legales burgueses, las pruebas son secundarias. Hay que proceder por 

convicción. Es una pandilla de criminales, asesinos. Además, 
recuerden que hay un tribunal de Apelación." (La Cabaña 1959) 



 ¿QUE PIENSAN HACER POR LOS NEGROS? 
"POR LOS NEGROS NO VAMOS A HACER NADA,
 PUES NADA HICIERON POR LA REVOLUCION " 
  (entrevista en la televisión cubana) 

 Del 2 al 6 cortesía de Miriam Mata 
                                                                          
                                                                                             DOS ASESINOS :




 «Somos demócratas, nuestro movimiento es democrático, liberal y esta interesado en la cooperación de toda América. Llamar comunistas a todos los que se niegan a someterse es un viejo truco de los dictadores. En el plazo de un año y medio se organizará una fuerza política con la ideología del Movimiento 26 de Julio. Entonces habrá elecciones y el nuevo partido competirá con los demás. 

FIDEL CASTRO