miércoles, 6 de marzo de 2013

Cuba-Venezuela la simbiosis socialista | Intereconomía | 961383






El duelo que invade Venezuela por la muerte de Chávez se siente de forma análoga en la isla en la que siempre fue bienvenido. Se han decretado tres días de luto en Cuba y el Gobierno de los Castro declaró "eterna lealtad" a su memoria y legado. De estas palabras se desprende la profunda simbiosis entre Caracas y La Habana, cimentada a través de un profuso y prolífico intercambio basado sustancialmente en petróleo a cambio de salud y alimentos.
Desde la primera visita del ex teniente coronel Chávez a la isla en diciembre de 1994, Castro vio en él madera de caudillo y de un líder al que instruir para crear un 'lobby' bolivariano que hiciera frente a la 'amenaza extranjera'. Sin embargo, Castro no sabía que Chávez era un alumno aventajado y el discípulo acabó por absorber al maestro. Desde los primeros encuentros entre ambos líderes existió el interés por consolidar un proyecto conjunto que permitiera integrar ambas naciones en un frente común para erradicar las desigualdades y la pobreza reinantes en Venezuela y Cuba.
Pago preferente
Desde los inicios de esta relación, con mayor incidencia desde 2000, es ostensible la importancia crucial del comercio, suministro de petróleo, inversión, créditos y subsidios venezolanos con Cuba. ElAcuerdo integral de Cooperación firmado entre los dos países prevé que Cuba suministrará servicios profesionales y bienes pagables a Venezuela, a cambio del suministro de petróleo. El intercambio comercial de Cuba con Venezuela casi se ha duplicado en los últimos años hasta alcanzar los 6.000 millones de dólares, a lo que se suma el suministro diario de 105.000 barriles de crudo (92.000 para el consumo y 13.000 para refinar en la refinería de Cienfuegos) en condiciones de pago blandas y preferenciales. Este trato preferente supone que Cuba recibe el barril de petróleo a cambio de un pago subvencionado y fraccionado: debe abonar el 50% en 90 días y el 50% restante en 25 años, con dos de gracia y una tasa de interés del 1%. La financiación aumenta según sube el precio del crudo, con lo que Cuba está protegida contra las oscilaciones.
Un quid pro quo ideal
Desde que se creó la Comisión Intergubernamental de Cooperación entre los dos países de 2000 hasta 2011 se firmaron 370 proyectos de inversión por valor de unos 11.000 millones de dólares. Además, a través de su Fondo Autónomo de Cooperación Internacional otorgó créditos por 890 millones de dólares a 100 empresas cubanas y otros tantos por 193 millones fueron destinados a financiar los ferrocarriles y aeropuertos internacionales en La Habana y Varadero. En resumen, el valor del intercambio de bienes y servicios con Venezuela en 2010 equivale entre un 20,8% y 22,5% del PIB cubano, según un estudio realizado por el economista Carmelo Mesa-Lago. 
A cambio de que Caracas sufragara el fracasado 'socialismo' castrista, La Habana cedía su capital humano de cooperantes, técnicos, médicos, personal sanitario, agentes de inteligencia y de seguridad, y militares. En Venezuela hay 44.804 cubanos prestando servicios en las siete misiones sociales que comenzaron en 2003, según reveló en febrero de 2012 el presidente Hugo Chávez. Esta cesión de facultativos es de suma importancia para Venezuela, debido a su problema de déficit de médicos, que deciden emigrar del país por la pérdida de poder adquisitivo.
Esta hermandad bolivariana y socialista en la que Venezuela era el mecenas de Cuba y La Habana la sustentadora de cierto estado de Bienestar ha sido un quid pro quo ideal, que ahora, con la muerte de Chávez, muchos temen su supervivencia. Fidel ya advirtió de las consecuencias devastadoras que supondría la derrota de Chávez en las últimas elecciones presidenciales del pasado mes de octubre. Finalmente, Chávez salió victorioso de los comicios, pero no de su batalla por la vida. El poder personalista ejercido por Chávez es difícil de sustentar con la ausencia de su figura primigenia. La pérdida del líder bolivariano se produce en un momento en que Cuba está inmersa en un plan de reformas económicas para 'actualizar' su modelo socialista, por lo que este contratiempo podría ser una gran oportunidad para profundizar en un cambio estructural del sistema. 

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